El termostato es una pieza clave para el funcionamiento óptimo del motor de un vehículo, ya que regula el flujo de refrigerante que circula por el sistema de enfriamiento. Si el termostato se avería, puede provocar problemas como sobrecalentamiento, pérdida de potencia o daños en el motor. Por eso, es importante saber cómo reemplazar el termostato de un vehículo cuando sea necesario.
En este artículo te explicaremos paso a paso cómo reemplazar el termostato de un vehículo, qué herramientas necesitas y qué precauciones debes tomar. También te daremos algunos consejos para elegir el termostato adecuado para tu modelo de coche y para mantenerlo en buen estado.
¿Qué es el termostato y cómo funciona?
El termostato es un dispositivo que se encuentra en la parte superior del motor, conectado al radiador y al bloque del motor. Su función es controlar la temperatura del refrigerante que circula por el sistema de enfriamiento, abriendo o cerrando una válvula según la necesidad.
Cuando el motor está frío, el termostato permanece cerrado, impidiendo que el refrigerante fluya hacia el radiador. De esta forma, el motor se calienta más rápido y alcanza la temperatura óptima de funcionamiento. Cuando el motor está caliente, el termostato se abre, permitiendo que el refrigerante pase al radiador, donde se enfría y vuelve al motor. Así se evita que el motor se sobrecaliente y se dañe.
El termostato tiene un sensor que detecta la temperatura del refrigerante y actúa en consecuencia. Normalmente, el termostato se abre cuando el refrigerante alcanza entre 80 y 90 grados centígrados, pero esto puede variar según el modelo de coche y el tipo de termostato.
¿Cómo saber si el termostato está averiado?
Un termostato defectuoso puede causar varios síntomas que indican que algo no funciona bien en el sistema de enfriamiento. Algunos de los más comunes son:
- El indicador de temperatura del tablero muestra una lectura anormalmente alta o baja.
- El motor tarda más de lo normal en calentarse o se calienta demasiado rápido.
- El ventilador del radiador se activa con frecuencia o no se activa nunca.
- El consumo de combustible aumenta o disminuye sin motivo aparente.
- El rendimiento del motor se reduce o se produce un fallo en el encendido.
- Se observa una fuga de refrigerante por la junta del termostato o por otras partes del sistema.
- Se forma vapor o humo blanco por el escape.
Si detectas alguno de estos síntomas, lo más probable es que tengas que reemplazar el termostato de tu vehículo. No obstante, antes de hacerlo, debes comprobar que no haya otras causas posibles, como un nivel bajo de refrigerante, una bomba de agua defectuosa, un radiador obstruido o un sensor de temperatura dañado.
¿Cómo reemplazar el termostato de un vehículo?
Reemplazar el termostato de un vehículo no es una tarea muy complicada, pero requiere cierta habilidad y precaución. Antes de empezar, debes asegurarte de tener las herramientas adecuadas y el termostato correcto para tu modelo de coche. También debes esperar a que el motor esté frío para evitar quemaduras o lesiones.
Estos son los pasos que debes seguir para reemplazar el termostato de un vehículo:
1. Localiza el termostato
El primer paso es localizar el termostato en tu coche. Normalmente, se encuentra en la parte superior del motor, cerca del bloque del cilindro. Puedes seguir la manguera superior del radiador hasta llegar al alojamiento del termostato, que suele ser una pieza metálica con dos o tres tornillos.
Si no encuentras el termostato fácilmente, puedes consultar el manual de tu coche o buscar en internet.
2. Preparar el área de trabajo
Antes de comenzar a trabajar, se debe apagar el motor y esperar a que se enfríe por completo. Luego, se debe desconectar el borne negativo de la batería para evitar cortocircuitos o descargas eléctricas. También se debe colocar un recipiente debajo del radiador para recoger el refrigerante que pueda derramarse.
3. Retirar la manguera superior del radiador
Para acceder al termostato, se debe retirar la manguera superior del radiador que lo conecta con el motor. Para ello, se debe aflojar las abrazaderas que sujetan la manguera en ambos extremos y tirar de ella con cuidado. Se debe tener precaución de no dañar la manguera ni las abrazaderas.
4. Retirar la carcasa del termostato
El termostato está alojado dentro de una carcasa metálica que está atornillada al bloque del motor. Para retirarla, se debe aflojar los tornillos que la sujetan y levantarla con cuidado. Se debe tener precaución de no dañar la junta que sella la carcasa ni perder los tornillos.
5. Retirar el termostato viejo
Una vez retirada la carcasa, se podrá ver el termostato viejo dentro del orificio del bloque del motor. Para retirarlo, se debe tirar de él con cuidado y desecharlo. Se debe tener precaución de no dejar residuos ni suciedad en el orificio.
6. Instalar el termostato nuevo
Para instalar el termostato nuevo, se debe colocarlo en el orificio del bloque del motor, asegurándose de que coincida con la posición y la orientación del termostato viejo. Se debe verificar que el termostato quede bien encajado y que no se mueva.
7. Instalar la carcasa del termostato
Para instalar la carcasa del termostato, se debe colocar una junta nueva entre la carcasa y el bloque del motor, asegurándose de que quede bien alineada. Luego, se debe colocar la carcasa sobre el termostato y apretar los tornillos que la sujetan. Se debe verificar que la carcasa quede bien ajustada y que no haya fugas.
8. Instalar la manguera superior del radiador
Para instalar la manguera superior del radiador, se debe conectar un extremo de la manguera al radiador y el otro al termostato, asegurándose de que queden bien encajados. Luego, se debe apretar las abrazaderas que sujetan la manguera en ambos extremos. Se debe verificar que la manguera quede bien ajustada y que no haya fugas.
9. Reponer el refrigerante
Para reponer el refrigerante, se debe abrir el tapón del depósito de expansión y verter el refrigerante que se haya recogido en el recipiente o uno nuevo, siguiendo las especificaciones del fabricante. Se debe llenar el depósito hasta el nivel indicado y cerrar el tapón.
10. Probar el funcionamiento del termostato
Para probar el funcionamiento del termostato, se debe arrancar el motor y dejarlo funcionar hasta que alcance la temperatura normal de trabajo. Luego, se debe observar el indicador de temperatura del tablero, el ventilador del radiador y el flujo de aire caliente por las rejillas del habitáculo. Si todo funciona correctamente, significa que el termostato está funcionando bien. Si se observa algún problema, se debe revisar la instalación y corregir los posibles errores.
Reemplazar el termostato de un vehículo es importante para evitar problemas mayores en el motor y mantener un rendimiento óptimo del vehículo. Por eso, se recomienda revisar periódicamente el estado del termostato y cambiarlo cuando sea necesario.